Hace ya varios años estamos escuchando recursos populistas de los políticos, que se candidatean con solucionar el problema de la pobreza. Pero vemos cada vez más lejos la verdadera solución, sobretodo en un país tan caro para vivir en él, como lo es este Chile, que tiene los recursos como para hacer del Estado un aliado del pueblo y no una escopeta que lanza sus balas al vacío.
Estamos expuestos a un vacío, donde lo importante es el lugar en el que naciste...el lugar físico, el lugar económico, el lugar social...todo depende de ello; de la suerte de la familia en la que resides dará como resultado a la forma como vivirás tu vida, las posibilidades que tendrás y las oportunidades a las cuales podrás acceder, incluyendo la calidad de estas.
Mucho queremos hacer pero es tan difícil, los sueños ya no son relevantes en esta sociedad tan concreta, los ideales se van a la mierda con discursos exgeradamente realistas que espantan a los aupisiadores de una buena propuesta y la hacen imposible. Es que ya no tenemos ganas de ilusiones, ya preferimos lo que nos toca porque así tiene que ser...quienes pensamos distinto somos unos locos, creyentes en fantasías y cuentos...infantiles.
Pero de las cosas infantiles se encuentra tanta sabiduría, que los que creen ser maduros y grandes no logran darse cuenta, puesto que carecen de la inocencia para comprender. Es hora de que miremos el mundo con ojos inocentes, que veamos en las personas camaradas para realizar lo imposible...no para un pronto o un después, para un ahora.
